Ya sabemos que cuanto mayor sea la elevación, más larga y dolorosa será la caída (que por lo general ocurre tras un paso en falso o algo que se cruza en el camino). No por ello voy a renunciar a este tiovivo, me digo, a menos que haya adquirido ese estado de equilibrio que pregonan los Pps, etc. Desde los griegos, quizá desde que se comenzó a hablar, nos dicen que la existencia en esta vida es insegura, incierta y trágica y que tropezaremos una y otra vez. Todo un triquitraque, pero yo no me bajo, agapimu.
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